Varias características de la 5G se prestan a la transformación de sectores como los vehículos conectados, la fabricación (fábricas inteligentes), la sanidad electrónica y la construcción.
la conectividad 5G será la principal tecnología de comunicación para conectar objetos en el entorno IoT y transmitir datos a través de redes 5G para su procesamiento, así como para el almacenamiento remoto de datos. Una de las ventajas es la alta densidad de sensores para la recopilación de datos, que permitirá la digitalización de fábricas, hospitales u hogares con una elevada experiencia de usuario gracias a una mayor visualización y productividad, sin necesidad de redes complejas ni hardware heredado.
Sin embargo, la tecnología 5G se enfrenta a amenazas de seguridad adicionales, porque hay más vectores a través de los cuales los adversarios pueden atacar. Dado que la 5G atenderá a mayores necesidades de ancho de banda, así como a un gran número de dispositivos IoT conectados, el aumento de la seguridad de los datos y los retos de privacidad se convierten en componentes clave de la marca de un operador. Si los datos caen en las manos equivocadas, podría producirse un suceso catastrófico, tanto para el entorno como para la reputación.
Es necesario implantar mecanismos de seguridad basados en Public Key Infrastructure (PKI), en los que una Certificate Authority (CA) expida certificados a cada uno de los extremos de la comunicación para mitigar la suplantación de mensajes. Esto también permite la protección del transporte de la comunicación (confidencialidad, integridad, protección contra repeticiones), para mitigar la manipulación, el repudio y la divulgación de información de los mensajes, así como asegurar la comunicación al autorizar cualquier solicitud, impidiendo que un atacante obtenga acceso ilícito.
La protección futura de la infraestructura de comunicaciones es vital para todos los grandes operadores, a fin de garantizar la confidencialidad entre las partes en presencia de un tercero que espíe.