Definición: El principio de mínimo privilegio (POLP) es un concepto de seguridad y una práctica recomendada que propone conceder a los usuarios, aplicaciones y sistemas únicamente los privilegios o permisos necesarios para desempeñar las responsabilidades previstas.
Explicación del principio del menor privilegio
El objetivo de este principio es minimizar el daño potencial o el impacto del uso indebido, abuso o compromiso de las cuentas de usuario, aplicaciones o sistemas, y se basa en el concepto de que los privilegios innecesarios aumentan la superficie de ataque y las vulnerabilidades potenciales dentro de un sistema.
Este "principio" funciona permitiendo sólo el acceso suficiente para realizar la tarea en cuestión. La aplicación del Principio de Mínimos Privilegios ayuda a confinar las amenazas en su punto de origen, impidiendo que avancen por el sistema. Al conceder sólo los permisos esenciales necesarios para tareas específicas, las organizaciones pueden reducir el riesgo de acceso no autorizado, la escalada de privilegios y el potencial de acciones maliciosas.
El Principio del Mínimo Privilegio: Ejemplo práctico
Un ejemplo práctico del principio de mínimo privilegio dentro de un departamento de TI implicaría conceder a cada usuario el nivel mínimo de acceso necesario para realizar sus tareas específicas. Esto requeriría privilegios elevados para gestionar y mantener la red, los servidores y el software de la organización. Pueden necesitar acceso administrativo para realizar sus tareas, sin embargo, el acceso a datos sensibles de RRHH o financieros debe restringirse a menos que se requiera explícitamente. Adherirse al principio del menor privilegio en un entorno de TI minimiza la probabilidad de que los atacantes obtengan acceso a sistemas críticos o datos sensibles comprometiendo una cuenta de usuario de bajo nivel, un dispositivo o una aplicación.
Las organizaciones pueden minimizar el daño potencial causado por amenazas internas, cuentas comprometidas o errores humanos adhiriéndose al principio del menor privilegio. Ayuda a aplicar el principio de separación de funciones, minimiza la superficie de ataque y mejora la seguridad general al garantizar que cada usuario o componente del sistema sólo tiene los permisos necesarios para realizar las tareas que se le asignan.
Utimaco ofrece varias soluciones y servicios que ayudan a establecer arquitecturas de Zero Trust, respetando el principio del menor privilegio, incluso en estructuras descentralizadas y distribuidas geográficamente.