Protección de la infraestructura de energía y servicios públicos en todos los puntos finales
En todo el mundo se han invertido importantes recursos en iniciativas "inteligentes" para transformar el sector de la energía y los servicios públicos en un ecosistema digital, inteligente, innovador y sostenible, y este proceso continuará durante las próximas décadas.
Dado que las infraestructuras energéticas son un recurso fundamental para el modo de vida actual, deben ser extremadamente seguras frente a distintos tipos de ciberataques.
Las redes actuales de energía y servicios públicos son infraestructuras altamente conectadas que desempeñan un papel fundamental en la prestación de servicios críticos. Constan de miles de puntos finales conectados, como instalaciones de generación de energía, proveedores de energía y otros agentes del mercado de la energía y los servicios públicos, incluidos dispositivos de medición y redes inteligentes.
Dado que los sectores de la energía y los servicios públicos son componentes clave y forman parte de las infraestructuras críticas de cada país, son muy vulnerables a un ataque.
El sabotaje, la manipulación, el chantaje y la amenaza de un apagón parcial o total son riesgos que plantea un entorno conectado que no está suficientemente protegido. Además, los datos que estas redes generan, recogen, utilizan, intercambian y almacenan pueden ser víctimas de la ciberdelincuencia. Por ello, deben garantizar que los datos a los que se accede, se utilizan y se intercambian sean inaccesibles para personas no autorizadas.
Para prevenir estas amenazas es necesario adoptar soluciones de ciberseguridad adecuadas que proporcionen los máximos niveles de protección para todos los puntos finales y los datos.