La gestión de identidades y accesos (IAM) es la piedra angular para reforzar la seguridad del entorno digital de cualquier organización
Proteger los dispositivos y los datos contra el acceso no autorizado, tanto interno como externo, es crucial para garantizar la seguridad y el cumplimiento de la normativa en el entorno actual.
Los entornos conectados, formados por dispositivos y otras entidades digitales como el software, están cada vez más interconectados. Los datos que generan, así como las propias entidades, pueden ser accedidos de forma remota por usuarios tanto dentro como fuera del entorno de una organización. Esto aporta importantes ventajas en términos de transparencia y capacidad de gestión. Sin embargo, también crea riesgos de seguridad, como identidades falsas o accesos no autorizados a datos y aplicaciones, si no se dispone de una adecuada Gestión de Identidades y Accesos.
Una estrategia IAM bien definida comienza con la instalación y configuración seguras del entorno y sus componentes digitales individuales. Esto incluye disponer de mecanismos fiables para la gestión segura del acceso, basados en el uso de herramientas de seguridad adecuadas.