La transformación digital ha brindado nuevas oportunidades para identificar las necesidades de los pacientes y prestarles asistencia sanitaria, desde la prevención y la promoción de la salud hasta las intervenciones curativas y la autogestión.
La adopción a gran escala de la medicina móvil ha dado lugar a la afluencia de datos clínicos a través de nuevas fuentes, como aplicaciones, dispositivos y plataformas de intercambio, lo que exige que estos datos se recopilen, compartan, almacenen y reutilicen potencialmente, lo que conlleva un aumento de la vulnerabilidad y de los problemas de seguridad.
Los mecanismos de protección eficaces basados en técnicas individuales de cifrado y anonimización ejecutados por los HSM garantizan que solo las personas y los dispositivos autorizados puedan acceder a los datos de los pacientes.