Los macrodatos son cantidades ingentes de datos digitales, recogidos de multitud de fuentes, de gran tamaño, sin procesar, no estructurados y con abundante inteligencia empresarial. También conlleva retos como la complejidad, los riesgos para la privacidad y la necesidad de conocimientos tecnológicos y humanos.
La toma de decisiones en la Administración requiere un gran número de partes interesadas -funcionarios, grupos, ciudadanos, por ejemplo-, todas ellas necesitadas de un formato cohesionado que permita el análisis. Los gobiernos esperan que los macrodatos mejoren el estándar existente para servir mejor a sus ciudadanos, además de abordar otros ámbitos como el medio ambiente, la economía, el voto, la salud y el empleo.
La seguridad y privacidad de los datos es la principal preocupación de las Administraciones Públicas, ya que su recopilación y almacenamiento requieren "seguridad de big data", es decir, el proceso de proteger los datos y los procesos analíticos de amenazas que puedan comprometer su confidencialidad.